CASADO O SOLTERO CON EL IAEN

02.09.2018

Réplica a quienes critican a Fernando Casado despedido del IAEN

Las discusiones alrededor de la separación de Fernando Casado del IAEN, se han centrado en la dicotomía: libertad de cátedra o libertad de adoctrinamiento, lo cual es un sofisma y un eufemismo, pues todos adoctrinan, consciente o inconscientemente, abierta o solapadamente, unos más otros menos.

Toda persona se guía por una doctrina o un sistema de creencias, que le permite establecer y determinar que vive una verdad o realidad. Hay personas definidas en sus concepciones y otras cambiantes, pero que pueden tener personalidades tajantes, tolerantes y respetuosas, y eso marca la diferencia de una persona o una institución o una sociedad. Si una persona trata de convencer en cualquier forma, es adoctrinamiento o colonización -como decía Saramago-.

Todas las universidades en esta sociedad tratan de convencer pues siguen una línea o responden a un patrón de ideas, propósitos y alcance institucional. Un padre de familia o un estudiante con una concepción de derecha, no va a buscar una universidad de izquierda, que son generalmente las públicas (en cierta medida). La UDLA o la San Francisco no van a contratar a profesores de economía que enseñen o promuevan el estatismo sino, a los que incentiven modelos de mercado. Por tanto, todas las universidades adoctrinan, y muy especialmente las privadas que se manejan por una lógica empresarial. Mas bien, en las universidades públicas hay doctrinas de todo un poco, aunque han habido intentos de izquierdearlas completamente.

Toda esta sociedad funciona en el adoctrinamiento, el comerciante busca convencer a los consumidores de las bondades de sus productos, los religiosos para que crean en su fe o en su dios, los políticos en su ideología, los sanadores en su tipo de medicina, e indudablemente todo el sistema educativo de esta sociedad está dirigido para sostener y profundizar el sistema oficial. Por ello, todos los institutos están sujetas al control del Estado, y no pueden enseñar libremente lo que quieran sino lo aprobado dentro de un marco predeterminado por el pensamiento oficial.

Por otro lado, la educación en esta sociedad está creada y diseñada para enclaustrar y castrar al estudiante, para crear las piezas o profesionales calificados que necesita el sistema para su desenvolvimiento. No hay una educación crítica o consciente, sino una educación bancaria -como diría Paulo Freire-. Por ello, es que han surgido las propuestas alternativas y las alterativas, las que pretenden salir de ese adoctrinamiento: del profesor al alumno, del adulto al niño, de la sociedad dominante al individuo, etc. Todos procesos verticales y cuyo propósito es formar rebaños para que todos se ajusten al modelo autorizado y legalizado como el mejor o el superior por parte de la sociedad de claustro o de adoctrinamiento.

No hay libertad de cátedra, pues nadie presenta todas las verdades para que el alumno escoja la que necesite. Es la libertad del profesor mas no la del alumno. Es la libertad de convencer a través del mayor conocimiento y de la experiencia que tiene el adulto-profesor, sobre quien no tiene la suficiente cantidad de argumentos para poder comparar o contrarrestar. En un nivel de maestría y de doctorado es probable, pero el alumno está sujeto a las notas y el profesor puede complicarle la vida a aquel que no se ajuste a su doctrina. Por tanto, no hay ninguna libertad.

La libertad de cátedra o de pensamiento o de opinión, es un mito. En una sociedad estratificada y dividida en poderes, solo existe la posibilidad de que se impongan los que comparten el pensamiento aceptado por la mayoría, por ello los homosexuales o los indígenas o las feministas, son fuertemente perseguidos, por lo que a la final se impone una sola línea aunque ésta tenga varios brazos. Evidentemente, que resultan más peligrosas las corrientes totalitarias de izquierda y de derecha, ya que pretenden uniformar y universalizar todo dentro de una sola línea, eliminando todos los brazos. Pero, a la final los brazos del sistema terminan imponiéndose por la democracia de las mayorías contra las minorías, quedando la verdad de las minorías siempre relegadas. En resumen, en los fascismos de derecha e izquierda el adoctrinamiento es abierto, en la democracia es sutil, esa es la diferencia, pero todos adoctrinan en sus propios intereses.

Los únicos centros que no buscan convencer, son los que practican el autoconocimiento o la educación autodirigida. Actualmente hay pocos en el mundo, donde el maestro pone a prueba al aprendiz para que él tome conciencia por sí mismo, no le enseña el camino sino que le prepara para caminar el camino que el aprendiz elija. Ahí no hay un adoctrinamiento, porque es el alumno el que descubre por su propia experiencia, él dirige o busca lo que quiere aprender y no lo que la malla culicular le impone. Irónicamente, existen algunos centros a nivel primario y secundario, pero a nivel universitario pueden contarse con los dedos de la mano, y son justamente las indígenas que rompen con la oficialidad colonial.

Por tanto, es un falso dilema el de libertad de doctrina o de adoctrinamiento, todos quienes practican una educación dirigida hacen adoctrinamiento porque pasan doctrinas. Una educación no adoctrinadora es posible cuando el maestro solo le enseña las distintas puertas para que experimente los distintos caminos y aprenda de todos ellos. Es mas, hay profesiones abiertamente adoctrinadas y adoctrinadoras, por ejemplo, el derecho o la abogacía, el alumno no puede elegir entre varios sistemas normativos sino que tiene que aprender el único derecho legitimado. No tiene otra opción, por lo tanto, no hay libertad, pues tiene que sujetarse a lo impuesto por el legislador. Lo que hay, es la libertad de imponer el método de adoctrinamiento que quiere y necesita el sistema. La mayoría de alumnos no eligen la profesión por convicción sino por la rentabilidad que ella puede otorgar, si es que logra un buen puesto, y a los que muy pocos pueden acceder pues no hay muchos.

Entonces, el asunto central, es que en el correísmo se quiso imponer una sola corriente en el IAEN, como sucede en las privadas que adoctrinan en la línea oficial con sus diversas ramas. Entraron al IAEN quienes estaban alineados con el correísmo, a igual que en todas las funciones del gobierno y del Estado, cuando en una universidad pública deberían haber distintos tipos de adoctrinamiento; aun cuando, lo ideal es que deberían ser centros superiores para el despertar de la conciencia. En todo caso, el dilema real a debatir es: un solo tipo de adoctrinamiento o diferentes tipos de adoctrinamiento, y que el alumno sepa quienes y como les están adoctrinando. Claro, que en esta sociedad de claustro a eso le llaman libertad de cátedra, pues hay la libertad de adoctrinar como manda el poder del sistema, de la universidad o del profesor.

Consecuentemente, hay dos clases de personas y de sociedades, quienes adoctrinan por la derecha o por la izquierda, por el fascismo o por la democracia de las mayorías, por los totalitarismos o los individualismos, etc. Y quienes están fuera de todo ello, en procesos de transformación integral. Los primeros se dicen, por un lado, desarrolladores, y por el otro, revolucionarios. Y en el caso de los alterativos, su propósito de vida es alterar la conciencia para ver todas las formas de engaño o de ilusión que provoca el ego humano. Cada cual elige su tipo de vida: adoctrinada o despierta.

Atawallpa Oviedo Freire


Réplica
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