DESPIERTA MACHO

A todas las mujeres que han luchado desde el derecho a estudiar al derecho a decidir sobre su cuerpo 

¡Despierta! hombre. Sí, a ti te digo. A ti que te formaron en el sueño del "super macho", de macho cabrío que debe regar su semen por doquier, de macho alfa que tiene que vociferar cuando ella no gira a tu alrededor.

A ti, que te dijeron que eras superior al "sexo débil", que te hicieron creer en mitos infernales y con los cuales justificas tu virilidad. De que la mujer nació de tu costilla. De que ella traicionó a tu padre Adán. De que estás maldecido a nacer con dolor. Y con ese falo, las acosas y las violas.

¡Despierta! Macho. No te hagas, el "yo no soy". Tú, que te has convencido de ser Sansón de pelo en pecho. Tú, el más grande porque penetraste muchos orificios. Tú, que esperas encontrar el amor en el burdel. Tú, que te embriagas con la culpa de ellas. Tú, que crees que ser mujer es ser cocina. Y con todo ese miedo, las pegas y las matas.

Sí, porque no es mas que temor lo que te enseñaron. A temer a dios, al diablo, al amor, a la vida. Por eso reaccionas con pecado y culpa, y prefieres irte al infierno con ella antes que se vaya con otro más macho.

Despierta varón, ya es demasiado. Acaso no te son suficiente dos mil años de pecado venial. Déjate de flagelar con las muñecas último modelo que te venden en la televisión y en la valla publicitaria. Sácate al macho atragantado en tu corazón. Sácate el púlpito que te dice que eres varón a igual que dios. Sácate la burka con la que cubres hasta los ojos a tu mujer. Sácate el patriarca con el que manchas su sangre mensual.

Calma a tu niño interior que no para de llorar, porque míster dólar se llevó a tu madre fuera de casa, porque te educó la guardería fría y desabrida, porque la leche de tu madre parecía agua, porque andas buscando en cada mujer a tu madre. Sé, que de ahí sacas toda tu frustración, y como no sabes pegarte con las causas, te desquitas con la que llora contigo.

Ya sé, que todo tu dolor no lo puedes callar, y las asesinas para destruirse juntos. Ya sé, que eres el hijo de la mezquindad, de que no tienes para comprarle flores y te enojas porque unos pocos las derrochan. Y en ese naufragio te inmolas con tu amada, y salen tus fotos en los diarios y en la pantalla, para que otros sigan el ejemplo de cómo ser una estrella, al menos por un momento.

Mientras tanto, en otros lares del mundo, donde ya han aprendido a mirarse frente a frente, los noticieros anuncian sin chicas semidesnudas, que las iglesias se transforman en bibliotecas y las prisiones se vuelven museos y hoteles.

Despierta hermano, no las asesines más. Ellas no son las responsables de tu desamor. Transforma tu cólera en creación profunda. No asesines al viejo mundo, si no crea un otro. No mates a la iglesia, has de la tierra un gran templo. No extermines la guerra, vive la armonía. No destruyas nada, hermano, siembra amor, para que brote este paraíso en mil colores.

Atawallpa Oviedo Freire