PENALIZACION DE LAS PLANTAS SAGRADAS
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El colonialismo y el capitalismo desde que llegaron a América nos ha ido destruyendo poco a poco, especialmente nuestros saberes milenarios. Han cogido nuestras plantas, como la hoja de coca, la amapola y las han convertidos en drogas, las que tanto daño hacen a las personas que las consumen. Desde siempre hemos utilizado diversas plantas para curarnos, entre ellas la ayawaska, el awakolla o mal llamado san pedro, etc., aunque no han podido utilizar sus principios activos y convertirlos en drogas. Sin embargo, como su propósito es extinguir todo lo propio y milenario han procedido a declararlas drogas o estupefacientes, en particular a la awakolla, lo que es un absurdo total. Ha sido utilizada por miles de años con fines terapéuticos y ceremoniales, pero la ignorancia colonial inserta ahora en muchos nacionales ha permitido que se la denigre como droga, lo cual es un insulto a nuestra cultura andina.
Ha surgido el primer caso de prisión preventiva en Ecuador y ha despertado a la comunidad alrededor de las denominadas "plantas de poder" o "plantas maestras", quienes no vamos a permitir esta penalización y exigimos su despenalización inmediata. Sería otra afrenta a nuestras tradiciones y no vamos a permitir que la colonialidad del poder y del saber nos siga haciendo daño. Deben saber los neocolonialistas que nosotros no defendemos a la naturaleza, somos naturaleza que se defiende. Y como defendemos el agua, la tierra, también a las plantas maestras, que nos da vida y nos sostienen en este mundo. Sin dejar de cuestionar el abuso que hacen con los principios activos de ciertas plantas y su uso negativo.
Éste debe ser también un momento para la comunidad que utiliza las plantas, de tomarlo como una oportunidad para pasar a otros niveles de acción. No es suficiente con utilizarlas, sino que hay que defender y cuidar de la Pachamama en su conjunto. Algunos las manipulan a nivel religioso, como la iglesia del santo daime, que en vez de utilizar la hostia católica beben la ayawaska, la misma que funciona en otro contexto y porque nuestra tradición no comparte la concepción ni visión de ninguna de las religiones. Lo que significa una manipulación y aprovechamiento. Hay también quienes les han dado un carácter religioso a nuestras ceremonias, haciendo adoraciones o cultos a las plantas, a la tierra, a la luna o al sol; lo que tampoco responden a la concepción andina que tiene una visión espiritual o conciencial de la vida, y mas no religiosa o adoctrinadora. La influencia religiosa, especialmente católica, ha penetrado en algunas personas, las que repiten los mismos dogmas religiosos coloniales pero con lenguaje y parafernalia ancestral.
Así mismo, las plantas deben ser partes de procesos de transformación personal y social, hoy se han quedado solo a nivel individual y no tienen una acción a nivel de toda la sociedad. No es suficiente con hacer rezos a la Pachamama sino acciones concretas como las que empujan los ecologistas, animalistas, para proteger a todos nuestros hermanos de las transnacionales, especialmente de las mineras que vienen afectando a los ecosistemas. Algunos parecen curas o monjas, y eso no hace mas que ser parte de la profundización del colonialismo y del capitalismo con su discurso neoliberal, de "todo depende de ti", en "ti esta todas las soluciones". Con ello, el individuo solitario se enfrenta al mundo y como no puede contra todo un sistema en su contra, se siente frustrado de no poder lograr los cambios que anhela. Los terapeutas y escritores de auto ayuda, más ayudan al sistema establecido que lograr cambios efectivos personales. No hay transformación personal sin transformación social, y viceversa. Tenemos que pasar a dirigir nuestras naciones, antes que terminen a la humanidad con el cambio climático. Eso ese ser espiritual, lo otro es religión y de eso ya hay suficiente con tantos dogmas.
Atawallpa Oviedo Freire